Te amaré noche con noche
y en silencio en el día
te amaré como esa tarde
como un sueño que vivía.
Te amaré y en la distancia
mi voz te será poesía
que te recuerde a diario
llenándome de alegría.
Llevaré en cada mano
muchos sueños a tú lado
te entregaré uno a uno
como caricias y abrazos.
Se interrumpe la distancia
al recordar solo un beso
depositado en tu cuello
depositado en silencio.
Hoy estarás tal vez lejos
pero fundida conmigo
no importa cuan largo sea
o tan oscuro el camino.
Te amaré y entre las sombras
estaré tal vez dormido
y no querré despertar
hasta que vuelvas conmigo.
Es la distancia que envuelve
a todo aquel peregrino
que se marcha de sus sueños
y se pierde en el camino.
Pero aquí tendrás mis brazos
abiertos a tú regreso
que te esperan sedientos
con mil caricias y besos.